

Introducción al ejercicio: Decisiones, emociones y objetivos
Tu vida está hecha de decisiones. Y cada decisión, por pequeña que parezca —como qué comés, si te movés o cuándo descansás— impacta directamente en cómo te sentís. Este ejercicio no busca evaluar resultados perfectos, sino ayudarte a observar con honestidad la calidad de tus decisiones cotidianas, y cómo estas influyen en tus emociones y tu nivel de energía vital.
¿Por qué es tan importante esta conexión?
Porque las emociones que predominan en tu día son un reflejo de la relación entre tus elecciones y tu propósito. Si tus decisiones están alineadas con tu objetivo, el cuerpo responde con claridad, energía, satisfacción. Si no lo están, aparecen señales: malestar, cansancio, ansiedad, enojo.
Tomar conciencia de esta interacción es el primer paso para construir hábitos sostenibles, porque deja de tratarse de obligación o fuerza de voluntad, y pasa a ser un acto de coherencia contigo.
Las verdaderas recompensas no son los números en una balanza ni los ticks en una lista, sino lo que sentís al final del día cuando sabés que estuviste en sintonía con vos.
Este ejercicio diario es tu mapa emocional y energético. Usalo como brújula.