Nuestro trabajo impacta profundamente en nuestra calidad de vida: afecta nuestra salud, tiempo, relaciones y bienestar emocional. Aprender a gestionarlo con autoconocimiento, límites saludables y decisiones alineadas con nuestros valores puede marcar la diferencia entre vivir para trabajar o trabajar para vivir. Descubrí cómo transformarlo en un motor de equilibrio y plenitud.